Los tres colores.
La
recomendación, en textos de la Antigüedad, de tres colores, rojo, amarillo y
azul, anticipó de alguna manera la teoría científica del color que surgió años
mas tarde. Los tres color primarios no solo sintetizaban todos los demás, sino
que, siendo a la vez tan diferentes entre sí, expresaban contenidos emocionales
bastante distintos y, conjugados adecuadamente en un cuadro, componían un
equilibrio armónico.
Como veremos
más adelante, esta reducción tan fuerte tiene forzosamente que recurrir a otros
colores para complementar n su totalidad la gran diversidad de matices y tonos
que pueden ser discriminados por el ojo.
La
teoría del color, cuando habla de mezclas de colores a partir de los que
considera primarios suele diferenciar dos tipos de síntesis: a) la síntesis
aditiva y b) la síntesis sustractiva.
La
síntesis aditiva parte de los colores entendidos como sensaciones ópticas y de
la composición de los tres máximamente sensibles al sistema visual en cada una
de las tres zonas del espectro cromático.
De la
síntesis sustractiva se suele hablar cuando trabajamos con filtros de colores o
con pigmentos. Es la teoría que se impone en las escuelas de pintura, donde el
soporte sobre el que se colorea normalmente es blanco, y, siendo el blanco la
totalidad de la reflexión de la luz, se va a ver reducida según aplicamos
distintas capas de color que van a actuar como filtros. Si estos filtros anulan
toda reflexión se produce una sensación de negro.
La
formulación teórica de la síntesis sustractiva es reciente, pero los artistas
la han practicado desde siempre. Es un hecho que se comprueba en la práctica de
manera inmediata y que reduce a tres colores los colores imprescindibles:
amarillo, rojo y azul. Pero la falta de precisión de tres tonos puntuales
primarios y la dificultad de obtener buenos secundarios saturados hace
inevitable recurrir a una paleta más amplia.
Secundarios:
Amarillo + azul: verde.
Amarillo y rojo: rojo anaranjado.
Rojo y azul: púrpura.
Si la
síntesis aditiva, desde la oscuridad del negro, va sumando colores luz para
llegar al blanco, la síntesis sustractiva, partiendo del blanco de la
superficie, va reduciendo las reflectancias mediante la superposición de capas
de distintos colores o por mezcla de los mismos. Los pigmentos absorben unas
radiaciones y reflejan otras, y cuando los mezclamos únicamente vemos aquellas
radiaciones comunes que no han sido mutuamente absorbidas.
Los colores complementarios son
de gran importancia para un pintor porque son los colores que más contrastan
entre sí y pueden utilizarse de muchas maneras para resaltar, avivar o atenuar
la apariencia de una obra.
Los
colores complementarios en la mezcla sustractiva son:
- verde
y magenta
- azul-
violeta y amarillo
-
naranja-rojo y cian (azul).
Según
la teoría de Chevreul, cuando vemos dos colores complementarios uno junto al
otro, el complementario del primero afecta a la visión del segundo. De modo
que, el efecto de contraste simultáneo resalta más el contraste de los colores
complementarios.
Atributos
del color:
Matiz o
tono: Es la cualidad que nos permite clasificar los colores en
rojos, naranjas, amarillos, verdes o azules.
También
llamado por algunos:”tinte”, "tono" o "croma", es el color
en sí mismo, es el atributo que nos permite diferenciar a un color de otro.
Se refiere a
la propiedad que tienen relación con diferencias de longitudes de onda o con
mezclas de diferentes longitudes de onda. Es el estado puro del color, sin
mezcla de blanco o negro.
Luminosidad
o valor: es la intensidad lumínica de un color (claridad /
oscuridad). Es la mayor o menor cercanía al blanco o al negro de un color
determinado.
Cuanto más oscuro es el color, la luminosidad es más débil.
Este término se asocia a veces con el concepto de valor, luminancia, brillo,
luz…
Saturación
o croma: la intensidad de color. El grado de saturación depende de
la cantidad de gris que contiene un color. Esta escala se realiza con los pares
de complementarios, yendo del color más puro al más neutro. Cuanto mayor
porcentaje de gris contiene un color menos saturado será.
A
medida que más se igualan las cantidades de los tres primarios que contiene un
color, este va perdiendo su saturación hasta llegar a un gris muy cercano al
negro.
La saturación de un color está
determinada por una combinación de su intensidad luminosa y la distribución de
sus diferentes longitudes de onda en el espectro de colores. El color más puro
se consigue usando una sola longitud de onda a una intensidad muy alta, como
con un láser.
Si la
intensidad luminosa disminuye, la saturación
también. Para desaturar un color en un sistema sustractivo, puede
agregársele blanco, negro, gris, o su color complementario.
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